PARASITOSIS EN LA COLMENA
La varroasis afecta tanto a las abejas adultas cómo a la cría y, además, la Varroa introduce en la colmena otros patógenos como virosis, micosis.etc.
-Una disminución de la población de abejas y de la vitalidad de la colmena.
-Un mayor consumo invernal.
-Alteración de la población invernal.
En las abejas está el
15% de la Varroa y el 85% en la cría. Normalmente solo se ve en las abejas por
encima de ellas, porque se esconde “por debajo de las alas, en el abdomen”, el
15% de la Varroa que tenemos, pues el 85% restante está en la cría. Por eso,
cuando vemos en las abejas Varroa normalmente ya tenemos una infestación muy
alta.
Dicho de otro modo,
por cada Varroa que detectamos en una abeja adulta hay otras 5 por cada cría de
obrera y hasta 10 si se trata de cría de zángano. La cría plagada de Varroa
suene morir en estado de pupa y queda en las celdas hasta que es retirada por
las obreras.
Si además de Varroa la
colmena está afectada por nosema, el tratamiento contra la Varroa será menos
efectivo.
En cuanto al umbral de
infestación peligroso para una colmena, no existe un consenso, pero sí esta claro que el rango fluctúa entre 1.000 ácaros
por colmena y 2.000 Varroa ya estaría en peligro
a supervivencia de la colmena.
Otros factores agravantes son que la
colmena también presente virosis o nosema o que las Varroa sean resistentes a
los tratamientos.
La Varroa puede expandirse tanto por su
ciclo de crecimiento natural (dura 4 semanas) cómo por la entrada de Varroa
procedente de otras colmenas mediante el pillaje.
Reinfestación de varroa.
Es común que en otoños con elevadas
temperaturas, tras realizar el tratamiento las colmenas puedan hacer pillaje
reinfestando la colonia con Varroa, si van a pillar colmenas que aún no estaban
tratadas o que están muy afectadas. De ahí la importancia de que todas las
colmenas en una zona sean tratadas al mismo tiempo para evitar estas
reinfestaciones.
En cuanto a los tratamientos contra la
Varroa, el punto de partida es conocer el grado de infestación que tenemos en
nuestra colmena. A continuación, ver el tratamiento que vamos a colocar, que
deberá estar cerca de la cría, y seguir su eficacia, así como comprobar si hubo reinfestación. No llega con poner el tratamiento y olvidarnos de mirar nada
más.
CONTROL DE VARROA
USO PISO SANITARIO PARA CONTROLAR VARROA DESTRUCTORS, permiten detectar la carga de varroa a partir de la que cae en el fondo sanitario por muerte natural. El conteo se deberá hacer, como mínimo, una vez al mes.
-Con más de 5 Varroas por día la colonia
ya requiere tratamiento.
-Con entre 5 y 10 Varroas por día se
debería hacer un tratamiento inmediato para evitar la pérdida de la colmena, ya
que la tasa de infestación ya es muy alta.
Además, los fondos sanitarios también
sirven para comprobar la eficacia de un tratamiento acaricida. Se deberá hacer
la comprobación durante los primeros 15 días tras la aplicación del
tratamiento, y si caen:
-Menos de una Varroa por día:
infestación baja. El tratamiento fue efectivo.
-Entre 1 y 5 Varroas: infestación media.
Si es a comienzos de primavera ver si debemos poner otro tratamiento.
-Más de 5 Varroas al día: infestación
alta. Poner otro tratamiento y ver si tenemos resistencias a lo que pusimos o
que problema hubo.
Si no vemos caer mucha Varroa ver si el
tratamiento no está siendo eficaz o que pasa, se debe des opercular cría y vez
si hay Varroa o no. El tratamiento debe ser efectivo, por lo menos, durante 2
ciclos de cría, matando tanto la adulta que hay fuera sobre las abejas como la
que está dentro de la cría.
El fondo sanitario debe estar colocado durante, como mínimo, 7 días para poder hacer el recuento de las Varroas que cayeron y sea representativo. Este no deberá estar propolizado, porque de este modo no serviría para detectar Varroa.
La varroasis afecta tanto a las abejas
adultas cómo a la cría y, además, la Varroa introduce en la colmena otros
patógenos como virosis, micosis.etc.
Los síntomas son:
-Una disminución de la población de
abejas y de la vitalidad de la colmena.
-Un mayor consumo invernal.
-Alteración del racimo invernal.
En las abejas está el
15% de la Varroa y el 85% en la cría. Normalmente solo se ve en las abejas por
encima de ellas, porque se esconde “por debajo de las alas, en el abdomen”, el
15% de la Varroa que tenemos, pues el 85% restante está en la cría. Por eso,
cuando vemos en las abejas Varroa normalmente ya tenemos una infestación muy
alta.
Dicho de otro modo,
por cada Varroa que detectamos en una abeja adulta hay otras 5 por cada cría de
obrera y hasta 10 si se trata de cría de zángano. La cría plagada de Varroa
suene morir en estado de pupa y queda en las celdas hasta que es retirada por
las obreras.
Si además de Varroa la
colmena está afectada por nosema, el tratamiento contra la Varroa será menos
efectivo.
En cuanto al umbral de
infestación peligroso para una colmena, en el Reino Unido está en 1.000 ácaros
por colmena. En España se considera que con 2.000 varroa ya estaría en peligro
a supervivencia de la colmena.
Otros factores agravantes son que la
colmena también presente virosis o nosema o que las Varroas sean resistentes a
los tratamientos.
La Varroa puede expandirse tanto por su
ciclo de crecimiento natural (dura 4 semanas) cómo por la entrada de Varroa
procedente de otras colmenas mediante el pillaje.
El punto de infestación de la que se
parta es clave, ya que no es lo mismo partir de 10 ácaros que de 100, pues en 4
meses, con su multiplicación exponencial, tendríamos un grave problema para la
supervivencia de la colmena. Se estima que a partir de 100 ácaros es preciso
tratar al inicio de la temporada.
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